HASTA SIEMPRE “DUNA”
Hoy nos ha dejado “Duna”, ha estado con nosotros 14 años, tres
meses y 16 días. Hoy es otro día más triste de mi vida. La Duna vino a nosotros
para ayudarnos a poder renacer de las cenizas que estábamos metidos Amelia, Ana
y yo por la muerte de nuestro hijo Sergio. El día que Sergio murió la madre de
Duna quedó preñada de Duna, fue la mayor coincidencia que el destino nos dio. Nos
dio ánimo para seguir adelante y cada vez que estábamos tristes y llorosos, se
encargaba de sacarnos una sonrisa, nos lamia y provocaba situaciones con las
que rompía nuestro malestar. Nos obligaba a salir a la calle y a partir de ahí
conocimos más gente con la que hablábamos y así nuestra mente se distraía.
Ha sido una maestra que nos enseñó lo que es el Amor
Incondicional y a desarrollar mejor virtudes que teníamos apartadas, entiendo
que fue como si Sergio de alguna manera nos hubiera traído a Duna para abrirnos
la mente y el corazón. La encontraremos
a faltar pero la vida es así y debemos aprender de ella.
Te recordaremos mientras vivamos y solo me queda agradecerte
todo lo bueno que nos has dado en tu longeva vida, y creo que has realizado una
labor muy buena ayudándonos a saber llevar mejor el duelo de Sergio y con lo
que he aprendido llevare mejor el tuyo.
Creo sinceramente que cuando vuelvas otra vez, no serás
“perra”, has evolucionado y volverás siendo “humano” porque te has ganado tu
evolución.
Pensaba que con lo que he aprendido del duelo con Sergio,
llevaría mejor la perdida de Duna, pero veo que no, he llorado y lloraré porque
con todo lo que se, no he logrado quitarme el apego, pero es muy diferente al
que sentí y sigo sintiendo con Sergio.
Gracias Duna, gracias, gracias, te queremos, no sabes cuánto.
Hasta siempre Duna.