Todo ser humano tiene una energía vital, y
dependiendo del estado de mental de uno, esa energía si la contaminamos nos
trae sufrimiento, angustia, depresión y entonces entramos en un estado de
descarga energética y tenemos que generar la energía que nos mantenga cargados.
El sistema de creencias que manejamos determina a
veces la estabilidad o inestabilidad de nuestra energía vital. Si no aceptamos,
si sufrimos, si nos angustiamos, solo vemos problemas.
Si podemos
conectarnos con nuestro centro de Amor y paz estaremos mucho mejor, la paz no
consume energía, los conflictos sí.
Existe una estrecha relación entre las emociones y
sentimientos que generamos con nuestros centros nerviosos, si no las encauzamos
bien termina por consumir energías y nuestro sistema inmunológico termina por
debilitarse.
En el proceso del duelo ocurre muy a menudo esa
pérdida de energía y no podemos llevar un buen duelo hasta que volvemos a
llenarnos de energía, debemos de cuidarnos, comer bién , descansar, relajarnos,
etc.
Otros medios podrían ser, pasear por la montaña,
abrazarnos a algún árbol, caminar descalzo por la arena de la playa, respirar
el aire de montaña y playa, intentar tener recuerdos y vivencias agradables,
hay que conectar con el corazón y recordar que siempre tenemos la opción del
AMOR para poder resolver cualquier conflicto.
No deberíamos permitir que los vampiros energéticos
se alimenten de nuestra energía, en la sociedad actual ocurre muy a menudo,
necesitan de nuestra energía para estar ellos más cargados, somos responsable
du nuestra propia energía y los demás son responsables de la suya.
Cuando estamos llenos de energía vital, nos ayuda a
poder llevar en este caso, el duelo por
la pérdida de un ser querido de una manera más equilibrada y más natural,
generamos pensamientos de amor y paz y así podremos elaborar nuestro duelo con
comprensión, conocimiento, entendimiento, canalizando adecuadamente nuestros
sentimientos y emociones hasta llegar a poder impregnarnos de un AMOR incondicional
que nos llega a través de nuestra energía más la energía de nuestro ser querido
que nos dejó en el momento de partir y que seguirá con nosotros hasta que nos
llegue el reencuentro.