Una de las cosas más importantes para superar el
duelo por una muerte es eliminar los sentimientos de culpa, cuando se va una
persona querida sentimos que han quedado miles de cosas por decir o hacer, que
no lo hemos dicho suficientemente cuanto la queríamos o que de alguna manera
hemos quedado en deuda con ella.
Ese sentimiento de culpabilidad nos puede llegar a
producir un deterioro mayor ya que nos aparece e invade más tristeza, una
exagerada angustia, una rabia sin límites, más inestabilidad emocional, más
depresión y nos puede llevar a tener más enfermedades físicas o psíquicas.
Debajo de la ira anidan una serie de sentimientos
como el dolor y la culpa, una serie de pensamientos negativos que obstaculizan
el desarrollo normal del duelo, esa culpa no deja de ser una ira que se vuelve
hacia uno mismo y ese resentimiento nos impone la necesidad de buscar culpables
en otros o en uno mismo y estos sentimientos se experimentan en el proceso del
duelo.
Pero creo que no deberíamos sentirnos culpables de
nada, ya que la mayoría de esos
sentimientos son de culpas irreales, nosotros hicimos realmente lo que creíamos
era lo mejor o lo que sabíamos en esos momentos, con lo cual no deberíamos
reprocharnos nada, eso nos produce más dolor de lo necesario, y el trabajo que
hemos de realizar consistirá en perdonar y perdonarnos y así podremos abandonar
o aligerar esa pesada carga, ya que la culpa paraliza y no nos permite tomar el
control de la situación ni hacer los cambios que sean necesarios.
Esta emoción de culpa la sentimos todos a lo largo
de nuestra vida en múltiples ocasiones y por diferentes motivos y esa culpa en
el duelo es traicionera, ya que en
realidad es un sentimiento que no corresponde con la realidad, y deberíamos
utilizar esa culpa como una oportunidad para mejorar diferentes aspectos
nuestros, no juzgando y aceptando que lo ocurrido nos guste o no fue así y por
mediación del Amor llegaremos a donde no
llega la lógica ni la razón.
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