martes, 20 de febrero de 2018

Como preprarse para la muerte de una pesona


Hasta ahora el prepararse para la muerte de una persona siempre ha sido un tabú, porque nadie nos ha enseñado a hacerlo, porque la muerte siempre nos ha dado miedo y normalmente no estamos preparados para acompañar a un moribundo, o aún enfermo, en su tránsito hacia la muerte.
Pero ahora cada vez nos vamos preparando mejor sobre todo a los que nos ha tocado de asistir a más de una persona.
No hay ninguna persona igual a otra, pero a veces hay muchas cosas en común que nos puede servir de cómo comportarnos ante una situación extrema.
Hay que estar a su lado, escucharlo, atenderlo, ser receptivo ante el enfoque que adopta el ser querido en relación con la muerte, si lo desea hay que hablar acerca de la muerte, preguntarle si tiene miedo, hay que ayudarle a lidiar con eso, podemos decirle cosas que le tranquilicen, compartir sus recuerdos y cumplir con los deseos del ser querido.
Dile todo lo que tengas que decirle, lo mucho que le quieres, si lo desea, hablar de todo lo que pida y así tanto él como tú os podéis sincerizar y que no quede nada en el tintero por decir.
Date un momento para afligirte y llorar, no reprimas las emociones.  Relájate de vez en cuando, necesitas energías para poder estar a su lado lo más fuerte posible.
Cuando estamos al lado del enfermo a veces no es necesario que estemos hablándole continuamente, con estar a su lado, es suficiente, cogiéndole o no la mano, en silencio, etc.
No existe una receta para prepararse para tal tipo de pérdida, por eso cada uno lo hace como puede o sabe, pero la experiencia es un grado.
Según Elisabeht Kübler-Ross las etapas más comunes a las que se expone el sobreviviente durante el proceso de pérdida son: el impacto inicial y la negación del evento de la pérdida, el coraje, la negación anticipada o retroactiva, la depresión y la aceptación.
Reconocer las experiencias positivas y sentirse perdonado por cualquier falta cometida contribuye al proceso de adaptación y manejo del cambio ante la pérdida.
Reconocer la muerte como un proceso de vida es fundamental.

jueves, 1 de febrero de 2018

¿Cómo superar la ausencia física?


 
En el duelo por la muerte de un ser querido se van pasando por unas fases que más o menos son muy parecidas para todos, pero partiendo de la base de que hay tantos duelos como personas dolientes y cada duelo es personal e intransferible aunque hayan muchos puntos comunes para todos.
Lo mismo ocurre con: ¿Cómo superar la ausencia física?.
No para todos es igual.
Una ausencia puede ser  desgarradora por el hecho de no poder llenar el vació que deja.
Pueden influir muchas cosas, el apego es una muy importante, a veces idealizamos a la persona que falta, otorgándole virtudes que en el momento que estaba a nuestro lado no veíamos.
Tenemos que asumir que estamos tristes, que estamos sufriendo y necesitamos un tiempo para reponernos de ese dolor del recuerdo hasta que podamos disminuirlo.
El llanto es una manera de canalizar nuestra rabia y dolor ante la pérdida, ese llanto alivia, nos permite descargar inseguridades, frustraciones y miedos.
Deberíamos dejar fluir nuestros sentimientos.
Buscar apoyo de nuestros seres queridos, en centros de duelo suele ser de mucha ayuda.
Necesitamos tiempo para expresar y vivenciar la tristeza que sentimos por ese vacío y soledad que nos sobrepasa.
Muchas veces también depende del tipo de creencias que tenemos, esas creencias nos pueden ayudar a aceptar mejor que ya no están y no los tendremos más como era antes de su pérdida.
Pero no se han ido del todo, porque algo de ellos se ha quedado en nosotros y siempre estará ahí. 
En mi caso, es una de las cosas dentro del duelo, que me ha costado más de superar y creo que no acabaré de superarlo del todo hasta que llegue el momento de partir.
He aceptado su marcha porque estoy convencido de que la muerte no existe y que estamos aquí de paso, pero el hecho de no poderlo tocar y abrazar….. esto duele, ya no es como al principio, pero sigue estando ahí.
Pero como sé que parte de él sigue en mí, esa ausencia ya no es tan dramática, la acepto y la llevo conmigo de otra manera, forma parte de mí y he aprendido a no sufrir por ello, recordando siempre lo mejor de él y sabiendo que ya queda menos para el reencuentro que será cuando tenga que ser.
Y así vivo el día a día más intensamente conmigo y con todos los míos.

Y CON ESTE YA SON 18 QUE TE FUISTE

Y CON ESTE YA SON 18 AÑOS QUE TE FUISTE Siempre estás en mis pensamientos, y más en esta fecha todos los 20 de diciembre, es el día que pa...