A medida que han ido pasando los años, te he ido
escribiendo cartas y ahora hago recopilación de parte de esas cartas y veo mi
evolución:
3ª año:
“Aun siento tristeza y sobre todo añoranza y creo
que ese sentimiento lo tendré el resto de mi vida. Cuando veo las montañas
nevadas con esos paisajes blancos y
fríos, te veo a ti. Cuando veo el mar y la brisa me toca la cara y huelo la
humedad en el ambiente, te noto a ti. Cuando voy paseando por el campo con
todas sus plantas y todos los animales, revoloteando las mariposas y me
envuelve el susurro del viento, te siento a ti.
“Gracias por hacerme ver que tengo que aceptarme tal
como soy, gracias por enseñarme a dar y compartir sin rencor ni egoísmo, no sé
si te fue fácil, creo que no, pero que bien supiste aprovechar tu corta vida,
con tu ley del mínimo enfado, tu sonrisa permanente en tu cara, tu risa
sincera, tu saber estar y buen hacer, tu tranquilidad, tu sentido del humor, tu
gran amistad, tu luz…..
4º año:
“Gracias por hacerme comprender lo incomprensible y
entender lo inentendible, por enseñarme a ver más allá de lo que ven mis ojos
físicos, gracias por enseñarme a discernir con la razón y entender más al
corazón, gracias por enseñarme a conocerme, a no juzgar, a perdonar y a
perdonarme y sobre todo a Amar”.
7º año:
“El 7 es el buscador, el pensador, el buscador de la
verdad, el que todo lo comprende y todo lo tiene, es el número de la perfección
espiritual, signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis
psíquico, la sabiduría y precisamente ahora hará 7 años. El 7 también es la suma de dos conjuntos el tres
(la trinidad divina) y el cuatro (las virtudes humanas) y simboliza la
perfección, la unión de todo lo divino y lo humano.”
“Te fuiste en un mes 12, este número es también
simbólico, significa “elección”, es un número sagrado, supiste elegir bien. El
12 se asocia con las pasiones y la renuncia personal y tú fuiste así”.
8º año:
“Son 8 años, pero sigo sintiendo que no te he
perdido, te has ido físicamente, y no puedo tocarte , abrazarte y besarte, pero
mi sensación es que parte de tu esencia sigue estando en mí y por lo tanto
sigues aquí, pero no de una forma obsesiva de como que “no lo dejas ir”, sé que
sigues tu evolución ahí donde estás, no retengo nada ya que nada se puede
retener, la energía es libre y tú ahora eres eso, energía, luz”.
9º año:
“Me han ayudado muchas cosas que he aprendido a
través de este tiempo y sobre todo me ayudó mucho una de tus comunicaciones,
haciéndome comprender lo que me decías que morirse es como respirar libremente,
en paz, libre, que no te dolía nada, que lo veías todo desde arriba, que te
llamó la atención el silencio y la perspectiva”.
10º año:
“Durante este período he crecido, he madurado, he
renacido y me he convertido en un ser más sabio, diría que he aprendido a
conocerme mejor y a poder disfrutar el día a día, he aprendido del dolor de tu
ausencia, del aprendizaje de todas las etapas del duelo. Gracias por haberme
escogido como padre y por haber estado conmigo esos cortos años, cortos pero
intensos”.
12º año:
12 = 1+2 = 3
El 1 representa el verdadero yo, consciente y
contento de sí mismo. El 2 actúa mejor en colaboración con otros que solo. Y el
3 tiene una gran capacidad para la expresión a través de las palabras.. Y tú
realmente fuiste así, el nº 12 te define bien.
Ya han pasado 12 años y a veces me da la sensación
que fue hace unos segundos y a la vez parece que han pasado mil años, la noción
del tiempo para mí ha cambiado notablemente. Aún siento que me faltas pero al
mismo tiempo estás en mí, es una sensación muy rara.
La vida sigue, el mundo no ha cambiado, el que ha
cambiado he sido yo y mucha culpa la tienes tu Sergio, me has abierto la mente
y ahora entiendo muchas cosas, ahora sé que la muerte no existe (tal como la
entiende la mayoría de gente), es un cambio de estado y sé que somos inmortales
y que estamos aquí para evolucionar, pero es necesario pasar por lo que pasamos
y si no somos capaces de hacer el propósito que venimos a hacer, volvemos otra
vez hasta realizarlo. Como decía Elisabeth Kübler-Ross he pasado de oruga a
crisálida y luego a mariposa y esto me ha hecho crecer y he aprendido a Amar de
verdad por eso Sergio te quiero más que nunca y cuando llegue mi momento nos
volveremos a encontrar.
20/12/17