Con esta ya van 10 Navidades sin tenerte a mi lado.
Como ha pasado el tiempo, parece que fue ayer y en cambio son diez Navidades
con una silla vacía.
El termino Navidad procede del latín “Nativitas,
Nativitas” que significa “Nacimiento” y en la sociedad actual se celebra la
llegada al mundo de Jesús y su mensaje, es una fiesta religiosa cristiana,
celebrada con enorme alegría y manifestaciones populares, que representan
diversas tradiciones y símbolos como son el árbol de navidad, las canciones de
villancicos, las tarjetas de navidad, el pesebre, belén o nacimiento y las
cenas navideñas familiares y el reencuentro con los nuestros, con la Divinidad
y con los demás.
El día 20 de diciembre del 2005 Sergio (mi hijo)
murió y con el murió en mí el espíritu navideño y todo lo que conllevaba esa
tradicional manifestación de júbilo y alegría.
Los buenos sentimiento que encierra la Navidad para
mi desaparecieron de golpe, se podría decir que Sergio murió en días de
Navidad.
Ese primer año que no estaba el, fue lo peor que me
ha ocurrido en mi vida, todo se desvaneció, se destruyó y todas esas cosas que
hasta esos momentos siempre habían sido de alegría y disfrute con todos los míos,
desapareció de tal manera que desee no existiera ni la Navidad, ni las luces de
las calles, ni los villancicos, ni las cenas con la familia ni nada de nada.
Fue horrible y creo que eso nos pasa a todos los que
perdemos a un ser querido y más si son encima de esas fechas.
Pero con el tiempo y recordando las buenas cosas que
nos dejaron nuestros seres queridos, y elaborando un buen duelo, transformando
ese dolor, ese vacío, esa tristeza, en AMOR, he logrado que vuelva en mi esa
Navidad que desapareció durante largos años.
Durante ese período he crecido, he madurado, he
renacido y me he convertido en un ser más sabio, diría que he aprendido a
conocerme mejor y a poder disfrutar el día a día, he aprendido del dolor de su
ausencia, del aprendizaje de todas las etapas del duelo.
Y esto me hace valorar de otra forma, bajo otra
perspectiva, con sentimiento diferente, el entender otra vez la Navidad.
Solo me queda agradecerte Sergio, lo que he aprendido gracias a ti, me has abierto los
ojos, la mente y el alma, me he dado cuenta de todo el amor que llevabas y que
tenemos todos pero muchas veces no lo sabemos expresar.
Gracias por haberme escogido como padre y gracias
por haber estado conmigo durante esos cortos años, cortos pero muy intensos.
Gracias por ser como eras, porque eso me ha ayudado
a comprenderte y a comprenderme y gracias por devolverme ese espíritu navideño
que se fue, pero ahora ha vuelto.
Te quiero Sergio,.
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